LA MAGIA DEL TALLER
La magia del Taller es una experiencia que hay que vivir, es una energía especial que fluye desde 1980.

La tarde del segundo viernes del curso, el Instituto espera vacío y ansioso a los alumnos que han leído el cartel anunciador, y han decidido comprometerse unos cuantos meses con un guión, las tablas del escenario y muchos ensayos.
Les espera un director nervioso, emocionado por el proyecto que ha preparado y los juegos teatrales que les propondrá en las primeras sesiones.
Les espera un director nervioso, emocionado por el proyecto que ha preparado y los juegos teatrales que les propondrá en las primeras sesiones.

Los chicos y chicas del Taller, esperan ansiosos por saber cuál será el montaje que se hará este año, y cuál será el papel que les tocará interpretar. El director mantiene el secreto hasta el final, con la esperanza de que cuando el título sea desvelado, les inunde la emoción y la ilusión. Les quedan ahora, horas y horas de estudio en casa, para memorizar el papel y comprender, cada uno, a su personaje.

Cada viernes y cada sábado, los alumnos y alumnas eligen venir a ensayar, porque les apetece compartir el tiempo con sus compañeros sobre el escenario, ensayo tras ensayo.
Hay que ensayar las escenas, preparar los sonidos, hacer el cartel, el programa de mano...
Hay que ensayar las escenas, preparar los sonidos, hacer el cartel, el programa de mano...

Mientras preparan el montaje, se conocen, se divierten, construyen amistades e incluso, se enamoran.

Se construye el escenario con ayuda de los amigos del Taller, que siempre están dispuestos a echar un cable. Como Alejandro Les, que está siempre disponible para coger un martillo, la sierra y un par de clavos.

A veces hay que enfundarse el mono y sacar la brocha. Pintar, barnizar, encolar...

Se orientan los focos, se cambian un par de bombillas, se elige el color de las luces... Y si diez minutos antes de empezar, se funde un foco, se saca la termofusible.

Se prepara el cartel y el programa de mano, que contiene los nombres de los actores y de los personajes que los interpretan, los ayudantes, los técnicos, los apoyos recibidos...

Ha llegado el día del estreno, todo está preparado, cada alumno ocupa su lugar, relajado, respirando... Todos se han maquillado y vestido. Algunos antiguos alumnos del Taller han venido a ayudar con los preparativos de última hora, o para atender la entrada de los espectadores. El público espera afuera impaciente. ¿Abrimos?

No se puede olvidar. Es lo más importante de todo. Antes de cada representación. El conjuro de la suerte. "Que todo salga bien..."
Los últimos consejos del director: hablad bien alto, vocalizar, ayudaros unos a otros y sobre todo, disfrutadlo.
¡Ya se pueden abrir las puertas!
Los últimos consejos del director: hablad bien alto, vocalizar, ayudaros unos a otros y sobre todo, disfrutadlo.
¡Ya se pueden abrir las puertas!

El público entra, elige su butaca, y espera impaciente. Familias, amigos, alumnos y alumnas, espectadores.

Los actores y actrices del Taller hacen la representación con ilusión, emoción, concentración, compañerismo... Y algo de nervios.

Cuando menos se lo esperan, llega el final de la obra, con el saludo de los artistazos, que sienten el cariño de los espectadores, y una emoción abrumadora.

Y por último, el aplauso del público que les agradece las horas dedicadas y el trabajo realizado a lo largo de todo el curso.

¡Ah! Y no podemos olvidar una de las cosas más importantes, una de las noches que más se espera: ¡La cena! Porque hay que celebrar el esfuerzo invertido, la constancia, lo aprendido, el resultado obtenido a base de mucho sacrificio y, sobre todo, las amistadas forjadas.
Porque, aunque todo termina, hay algo que nunca desaparece, algo que siempre perdura: LA AMISTAD.

¿No me digais que todo esto no es mágico?
Se llama...
Taller de Teatro
Plaza de la Cruz.
Se llama...
Taller de Teatro
Plaza de la Cruz.